Quizás te hayas preguntado alguna vez cómo es la persona que está detrás de la traducción que te hemos enviado. La persona que ha trabajado intensamente con tu texto para trasladarlo a otro idioma, sin que se note que es una traducción. Que después ha releído su traducción para pulir la redacción de algunas frases y para conseguir que sea fácil de leer y de entender. ¿Por qué decidió dedicarse a la traducción y cómo se preparó para ello? ¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo y cuál ha sido su encargo más raro?

Se lo hemos preguntado a nuestros traductores más habituales y aquí te presentamos las respuestas.

Hoy conocemos a Gemma, una de nuestras traductoras de italiano con quien nos une no solo el amor a los idiomas, sino también el amor a nuestra ciudad: Valladolid.

¿Por qué decidiste trabajar como traductora? 

Empecé casualmente ayudando a un amigo a traducir una serie de textos y muy pronto se me abrió un fascinante mundo de palabras, lógica y geometrías lingúísticas que me enamoró. Con el tiempo descubrí que esta profesión me aseguraba toda la autonomía que necesitaba y la posibilidad de crecer y enriquecerme cada día.

 ¿Qué has estudiado para convertirte en traductora?

Me licencié en filología inglesa y española en Italia y luego completé mi formación como traductora e intérprete a lo largo de diez años de estancia en Valladolid… bueno lo de “completar” es un decir, porque en esta profesión más que en otras la formación no se acaba nunca.

 ¿Qué es lo que más te gusta de tu profesión?

La gran variedad de temas, el desafío lingüístico, la búsqueda de las informaciones para encontrar siempre la mejor opción de traducción y el hecho de que no hay ningún día en el que me acueste sin haber aprendido algo nuevo.

 ¿Qué tipo de texto te gusta más y por qué?

Quizás me encuentre más cómoda con la tecnología, porque soy más bien una artesana del idioma, pero no rehuyo tampoco de las nuevas exigencias de transcreación que el mundo de la comunicación va requiriendo cada día más.

¿Cuál es tu rutina de trabajo?

No siempre es posible mantener una rutina de trabajo, porque a menudo hay que responder de forma flexible a las exigencias de los clientes, pero suelo traducir por las tardes/noches y reservar las horas de la mañana a la revisión de todo lo traducido el día anterior.

 En tu mesa de trabajo nunca falta…

Ordenador, block de notas y boli, agua y una taza de café…

 ¿Cuál es el encargo más raro que has recibido?

Nada raro hasta el momento…