No hay segunda oportunidad para la primera impresión. Eso también es válido para páginas web y contenidos en redes sociales. ¿Sabías que en solo 3 segundos los usuarios deciden si permanecen en una web o la abandonan? Te damos algunos consejos para mejorar el tiempo de permanencia en tu web.
Controla la velocidad de carga
Un tiempo de carga excesivo es una de las principales causas del abandono de una web sin ninguna interacción. A nadie le gusta esperar mientras se descargan los contenidos de una página. Por eso es importante reducir el número de imágenes en la web y que su calidad esté optimizada para una carga rápida. El uso de un sistema de caché también puede acelerar el proceso de carga.
Haz que tu página sea responsiva
La mayoría de usuarios navega por Internet desde dispositivos móviles. Por eso es fundamental que tu página web se adapte a diferentes tipos de pantalla sin perder su funcionalidad ni alterar su diseño. Asegúrate de que el diseño de tu web sea responsivo y esté optimizado para el uso en móviles y tabletas.
Cuida el diseño
Una estructura clara y ordenada causa una buena impresión y ayuda al usuario a encontrar la información que busca dentro de una página. Por eso es mejor no sobrecargar la página con imágenes, colores y ventanas emergentes que se abren de repente. Para gestionar estos aspectos técnicos merece la pena contar con un diseñador web. Con su ayuda podrás conseguir un efecto visual óptimo y una buena funcionalidad de tu página.
Usa contenido de calidad
¿Qué es un contenido de calidad? Fácil: aquel que sea útil para el usuario, que le ofrezca la información que busca y resuelva sus dudas. Es importante presentar este contenido de una forma clara y comprensible, con un lenguaje adaptado al público al que va dirigido. No es lo mismo una web creada para profesionales que una pensada para el cliente final. Sin olvidar el Call-to-action (CTA) que invita al usuario a la interacción.
Mejora la legibilidad
Las frases largas y complejas restan fluidez a la lectura. El concepto “fácil de leer” puede parecer en principio una idea vaga. Sin embargo, hay herramientas que miden la legibilidad de un texto con criterios objetivos, como por ejemplo el número de palabras por frase. Una de estas herramientas es el Índice Flesch, que usa diferentes fórmulas según el idioma. Más fácil de usar y solo para el español es el índice Legible, una herramienta en línea que permite calcular el nivel de dificultad de un texto en segundos.
Evita los riesgos de la traducción automática sin revisión
Si ya tienes unos contenidos bien redactados, bien estructurados y adaptados al perfil de tu cliente objetivo, solo queda traducirlos y listo. Nada más fácil que instalar un plug-in de traducción automática en multitud de idiomas y colocar el botón de traducción en la web. Sin embargo, publicar traducciones automáticas sin revisión puede anular todo el esfuerzo invertido para optimizar tu página web. Una mala traducción no solo carece de utilidad para los usuarios, sino que además afecta negativamente a la imagen corporativa y penaliza el posicionamiento en los buscadores. Siempre es mejor ofrecer una traducción profesional, aunque sea en menos idiomas.
Contacta con nosotros si buscas un servicio profesional de traducción para tu página web.